Realidad Bipolar

El principio de un trastorno bipolar

Si estoy escribiendo esto, es porque quizá quiera que de alguna forma perdure mas allá de mi, o para desahogarme, o ambas o ninguna. Me presentaré un poco.

Soy un hombre inquieto, movido, me gusta la emoción, la diversión, deportes de resistencia y riesgo, pero también antes era muy ansioso, ahora solo rumiativo, supongo que se domina con la edad y la ayuda. Tengo una familia católica practicante, muy numerosa, mas de el doble de hermanos de lo que la gente considera una familia con muchos hermanos, y con un número cada vez mayor de sobrinos, donde todos estamos muy unidos, no faltan a veces gritos y peleas tanto como las bromas, lo normal en un grupo de gente tan grande. Conseguí estudiar medicina fuera de casa gracias a 2 becas que pude mantener año a año, algunos de milagro llegando al promedio necesario, por lo que supongo nunca me han costado mucho los estudios, y me encanta leer, es la actividad que mas práctico y la que mas rápido hago, por ejemplo cuando salió el último libro de Harry Potter me lo leí en menos de un día tan solo parando para comer e ir al baño. Respecto a la ansiedad siempre he tenido, algunas épocas mas que otras, pero siempre me provoca insomnio y incapacidad para estarme quieto durante el día, como un motor que nunca se apaga.

Aquí pongo algunas medicamentos que se usan en el trastorno bipolar y las fases en las que suelen ser útiles.

La historia con la enfermedad mental se podría decir que comienza al final de los exámenes de tercero de carrera. El mes previo había estado trabajando y estudiando sin parar de lunes a sábado y los domingos descansando y con resaca de salir de fiesta, la verdad es que nunca me había cansado de ese ritmo por la ansiedad que me impulsaba a moverme, tan solo los domingos paraba por la necesidad. Sin embargo hacía el final de exámenes exploté, no pude dormir durante 2 noches seguidas por estar con el corazón a mil, y tuve que ir al médico y me recetó ansiolíticos, y me aconsejó un psiquiatra, pero al ser larga la listera de espera de la sanidad pública conseguí que se me atendiera por la sanidad privada por el seguro escolar. Ahí me recetaron ansiolíticos, las famosas benzodiazepinas, alprazolam durante el día y diazepam para dormir a la noche, con el antidepresivo tricíclico sedante Amitriptilina. Esta combinación me permitió recuperar la asignatura suspensa y subir la nota. Esta era la segunda vez que tomaba ansiolíticos, la primera vez fue un mes después de la muerte de mi padre solo una noche por todo lo que sentía en ese momento y estar muy estresado por todo.

Sin embargo empezó el verano y empecé a viajar con amigos y hacer planes aparte de trabajar algunos días, pero cada vez mi ánimo iba mas cuesta abajo, y así empecé cuarto año, pero me empezaron a entrar ataques de pánico, tenía que subir dosis de ansiolítico, me costaba concentrarme, no dormía, me planteé dejar la carrera, pero mi madre me hizo ver lo idiota que sería si la dejaba ahora con el esfuerzo que ya había hecho. Me empezaron a entrar ideas suicidas y autolesivas. Al final el psiquiatra me añadió un antidepresivo ISRS, Paroxetina, que tardó 2 semanas en hacerme efecto, y de mientras, por si me entraban ganas de hacerme daño, un antipsicótico típico, el zuclopentixol, que lo tomé una vez que no podía mas y me costó un viaje a urgencias del hospital llevado por mis amigos por ataque depresivo con casi cortarme las venas en el piso. Tengo que decir que cuando la paroxetina me empezó a hacer efecto todo esto paró, sentí alivio de la ansiedad y poco a poco de la depresión, y a recomendación del psiquiatra (por no decir que cabreo mas bien por no hacerle caso) fui a terapia cognitivo conductual, 5 sesiones, una cada 3 semanas, y la verdad es que no fui antes por tozudo y creer que no necesitaba. Desde que he puesto en práctica todo lo aprendido en las sesiones ya tengo mucha menos ansiedad y si me vienen pensamientos consigo relativizarlos o aceptarlos de alguna forma.

Poco a poco conseguí ponerme bien para los exámenes del primer semestre y echarme novia en al final de este proceso de curación, que no me rechazó por tomar medicación psiquiátrica. A final del cuarto año pude dejar el clonazepam (que había sustituido al alprazolam por ser mas duradero el efecto), en quinto deje el diazepam y la amitriptilina, y la paroxetina la sustituí por escitalopram, otro antidepresivo ISRS, por lo que solo tomaba escitalopram a la noche por darme sueño y de vez en cuando algún clonazepam (uno cada semana mas o menos).

En todas estas en quinto año de carrera. Ese mismo año vi unos papeles que sacó mi madre donde se ve que durante la infancia en un año que casi me expulsan del colegio por tener 7 partes, me examinaron y vieron que tenía depresión infantil, de ahí la irritabilidad, y ansiedad, esto será mas importante por lo que ahora explico. En este curso vimos 2 asignaturas que me pusieron alerta y me gustaron, pero me alarmaron por ver empezar a ver algo que finalmente se cumplió. En Psiquiatría la primera algo llamado ciclotimia, varía el ánimo continuamente sin llegar a depresión o manía, es leve y cambia en días, pero en general es de difícil diagnóstico por ser leve y si no lo lees o te lo dicen no te das ni cuenta en general, y la mitad de las personas con ciclotimia tarde o temprano desarrollan trastorno bipolar. En Psiquiatría del niño y del adolescente vimos las características de las depresiones en niños y adolescentes, las características especiales de estas que muchas veces se camuflan con mal comportamiento, irritabilidad y aislamiento, y la mitad de las personas que padecen depresiones a estas edades acaban desarrollando un trastorno bipolar.

Lo primero que me alarmó fue que yo ya había tenido una depresión en la infancia diagnosticada, y viendo los síntomas en los adolescentes había tenido otra sin diagnosticar en lo me dicen que tuve un año de mal comportamiento en la eso y no querer ir al colegio y aislarme y sufrir bulling por estar así (al año siguiente de que se metiesen conmigo y dejará de estar deprimido me metí en muchas peleas para que dejasen de hacerlo, incluso a uno le abrí una herida en la cabeza, pero gracias a eso pararon, tampoco se me ocurría otra forma de hacerlo), y una tercera depresión ahora en la carrera, por lo que se me encendió la alarma de trastorno bipolar. La segunda cosa alarmante fue que a partir del segundo semestre de quinto mi ánimo empezó a variar un poco arriba y abajo como si tuviese ciclotimia, pero para dejar de dar vueltas a la cabeza al tema, fui al psiquiatra y le explique como me estaba sintiendo sin decir nada de las depresiones infantiles ni la palabra ciclotimia, en mi experiencia no puedes decirle lo que crees que tienes al psiquiatra pues nunca te creerá a no ser que se lo cuentes para que coincida con los síntomas que has leído, y tan solo me dijo que no le diera vueltas, que eran variaciones del estado de ánimo normales. Así que a todas estas, mas tranquilo por el psiquiatra empezó el confinamiento por la pandemia, donde no lo pase mal encerrado en un piso con mis amigos y haciendo todo online, aunque tuve que parar los entrenos de Rugby que había empezado ese año y me iba bien para el ánimo y me relajaba. Ya después nos desconfinaron y pude volver a correr y empecé a correr 10 o 15 km cada 2 días, incluso hice 4 veces 20km, como no encontraba trabajo de verano tan solo iba a prácticas y hacia deporte.

La última semana de agosto, una semana antes de empezar curso, me fui con la novia y la familia de vacaciones, pero me vino una depresión muy rápida, que me hizo pasar de estar bien el lunes a estar con ideas suicidas otra vez el domingo pese a estar con antidepresivo. Y súbitamente el lunes desapareció, demasiado rápido como para creérselo. Empecé prácticas ese mismo día y clases, y empezó la manía. Comenzó poco a poco, durmiendo 7 horas en vez de 8, después de 3 días solo dormía 6, al cabo de varios días 5, y después de eso solo dormía 4 o 3 horas tan solo. La primera semana estallé 2 veces, una quejándome de los médicos de mis prácticas, y otra a gritos con un amigo del piso que es muy cabezota, y yo muchas veces cedo para no discutir, pero esta vez acabamos gritándonos a pleno pulmón por tonterías, y también otro estallido conmigo mismo. Fui a una psiquiatra de la pública, donde acabé otra vez a gritos, ella decía que no veía nada raro la principio, pero después decía que le parecía un trastorno explosivo intermitente o manía, así que me quitó el antidepresivo y me dio clonazepam, que no es nada antimaníaco, por lo que obviamente fui virando cada vez mas arriba, mas maníaco.

Los que nunca han tenido una manía no lo entenderán, pero muchas veces echo de menos lo que sentí durante ella. Aunque dormía cada vez menos, cada vez sentía mas energía dentro de mi, no paraba quieto, en clase tenía sin exagerar 10 pestañas abiertas en el navegador a la vez que tomaba apuntes, porque era como si mi cabeza pensase mucho mas rápido, no mas inteligente, pero tenía una agilidad mental multiplicada. Salía a correr y sentía euforia, fui ha hacer una excursión con mis amigos y los metí en un camino mucho mas empinado y largo solo por placer. En las prácticas me llamaron la atención por no parar de hablar, interrumpir a los pacientes, colarme de un quirófano a otro y hacerme amigo de todos los cirujanos y el resto de personas en la sala, por lo parar de mover las manos y hablar demasiado rápido. La rapidez mental se volvió un problema, porque hablaba tan rápido y de tantas cosas que nadie me entendía hasta que hablaba lentamente (lo que para mi era lento) para que me comprendiesen. De la cantidad de actividad y movimiento en solo 2 semanas perdí 4 kilos. Al final mis amigos me pidieron una consulta en el psiquiatra privado cubierto por el seguro escolar que me vio un lunes, y este me derivo a urgencias del hospital público, donde me llevé una maleta con ropa pues me dijeron que los mas seguro era que me ingresara. También soltaba comentarios inapropiados, como por ejemplo en el quirófano al poner en el cierre de una herida vancomicina, un antibiótico en polvo blanco, dije que parecía cocaína, también me puse a hablar con la vecina de abajo que fumaba porros sobre los efectos perjudiciales de la marihuana hasta que se marchó cabreada y otros ejemplos mas que prefiero no poner.

En este estado es increíble la alegría que sientes, la fuerza que llevas dentro, euforia, te crees capaz de cualquier cosa, como si estuvieras tocado por Dios, invencible, por eso es tan adictiva la manía creo yo, por eso tantos bipolares deprimidos no pueden aguantar mas en depresión y se drogan para conseguir ese estado de euforia tan increíble. Nunca me he drogado, pero si lo hiciera, aparte de que me hubiera dado antes una manía, supongo que sería igual que la sensación de estar maníaco, sino porque otra cosa podría querer alguien al meterse sustancias tan dañinas.

El lunes cuando de ingresaron en urgencias algo que me sentó como una patada fue que mientras hablaba con la psiquiatra, bueno mas bien mientras hablaba yo y no les dejaba ni preguntar, trajeron una camilla con cuerdas y brazaletes, donde básicamente si te resistes te atan a la camilla de forma que es imposible escapar y te suelen poner un pañal para que orines y cagues en él, y lo llaman con el eufemismo de “contención mecánica´´ como si eso lo hiciese mas suave. Como ingrese voluntariamente no me ataron, pues sabía por mis prácticas en psiquiatría que si me hubiese resistido el ingreso se habría convertido en involuntario y me hubiesen ingresado atado y inyectado algo que me hubiese dejado babeante y somnoliento. Ese día después me meterme en la unidad me dieron olanzapina y me metieron en una habitación, y me entro sueño en una hora. Cuando me desperté al día siguiente ya me habían registrado la maleta y me habían quitado el móvil y objetos de aseo entre otras cosas. Esa misma mañana vi a la psiquiatra, hablamos y le comenté que prefería tomar lamotrigina, un estabilizador antidepresivo y anticonvulsivo que no te conduce a manía que funciona muy bien para la depresión bipolares y que lo quería por haber buscado entre los mejores medicamentos y además tenía miedo de virar a depresión después de la gran euforia, y otro antipsicótico que me dijo que en hospital no lo tenía y yo le creí, y me puso risperidona, un antipsicótico con ácido valproico, un estabilizador anticonvulsivo que es antimaníaco y sin eficacia antidepresiva al menos para mi, y eso que me han insistido por activa y por pasiva que sí que funciona y yo esperanzado seguía tomándolo y era tan efectivo para mi depresión como ver frases bonitas que la gente escribe para animarte y que solo sirve para rehusar el papel para hacer apuntes.

También tengo que decir que muchos psiquiatras están asustados de la lamotrigina, de que quede una mancha en su expediente o que se le muera el paciente, pues a 1 de cada 10 le salen erupciones por todo el cuerpo y a algunos les tienen que administrar corticoides si parece que es grave, y a 1 de cada 1000 le da Síndrome de Steven-Johnson donde se te inflama la piel de todo el cuerpo y la de la boca hasta la garganta y aparte de quedarte con cicatrices por todo el cuerpo que limitan el movimiento, y puedes quedarte ciego por la inflamación en los ojos. Es decir, al 90% no le pasa nada y va subiendo la dosis poco a poco, el 10% le salen erupciones leves por la piel que pueden tener sensación de ardor y el 0,1% le da Síndrome de Steven-Johnson y se pueden quedar inválidos de por vida. Pero la verdad es que cuando estás depresivo perdido todo esto te da igual y te lo tomas aunque tengas riesgo de que te pase porque la alternativa de pasar el resto de tu vida con depresión que parece la muerte en vida, es un auténtico infierno y te tomarás lo que sea para salir, aunque tengas una posibilidad entre 1000 de que te arruine la vida.

En el ingreso la primera semana se me paso muy rápido, seguía maníaco, pero la segunda ya empecé a bajar y a ponerme depresivo, la psiquiatra me decía que tan solo echaba en falta la actividad de la manía, y seguía con acido valproico y risperidona, que solo me bajan pero no me ayudan nada con la depresión (los estudios indican que la risperidona por si sola no puede tratar la depresión, y del ácido valproico solo he encontrado que ayuda a mejorar el ánimo y que “puede ayudar en la depresión´´ pero no que la trate por si solo). En el ingreso al menos hice amigos y conservo uno con el que me sigo viendo, pero la verdad es que prefiero cortarme una mano que volver a ingresar, te registran todo y te quitan la mas mínima cosa que consideren peligrosas aunque sea hilo dental, no puedes tener ordenador ni móvil excepto si te da permiso el psiquiatra si te has portado bien como si fueses un niño de 5 años, entran a la noche en la habitación aunque te despierte para ver si no te has escapado, solo dejan pasar a una persona para visitas, en mi caso fue mi madre que vino a la ciudad, a mi novia por ejemplo la vi en un descanso que nos dejaron salir un momento pude escaparme 5 minutos detrás del edificio, hasta que llegaron corriendo y me metieron otra vez dentro, incluso entraron 5 veces en el cuarto de baño mientras me duchaba y me vieron desnudo porque decían que estaba tardando demasiado en ducharme, y la verdad es que ducharse era una de las pocas cosas placenteras que podía hacer allí dentro sin tener a nadie a mi alrededor y algo de intimidad, cosa que vi que tampoco tendría si “parecía que hacía algo raro´´ así que la alargaba todo lo que podía.

Hacia deporte dentro de la habitación media hora antes de la hora de levantarse a escondidas porque vi como a uno que se le ocurrió correr 10 minutos por el pasillo de la unidad le cayeron 3 días mas ingresado porque “parecía demasiado activo´´ y aun no podía estar del todo bien si hacía eso, los que nunca han estado ingresados no saben lo que estar semanas recorriendo el mismo pasillo alargado que hace una L y las salas que hay en él, como si el mundo se redujese a eso. En la habitación que compartía con mi amigo una de las noches se vino un tercero a dormir que nos caía bien porque su compañero de habitación roncaba, pero entraron las enfermeras con actitud de esperar que la habitación fuese un desastre, y al resistirse el chaval a ir a su habitación porque le negaban cambiarse a otra donde pudiese dormir sin ronquidos, le pusieron contenciones mecánicas en una habitación individual esa noche, menuda ironía que le diesen lo que quería de una forma tan retorcida. Aparte de eso, los gritos por la noche y las contenciones mecánicas involuntarias a los compañeros (alguna vez apostábamos a ver quién era el siguiente porque era algo diferente a la rutina), lo que peor llevaba era aburrimiento, no hay absolutamente nada que hacer, me leí los únicos dos libros que merecían la pena en 3 días, la terapia ocupacional parece hecha para niños de 4 años, consistía en hacer pulseras, bailar, alguna sesión de relajación, y montar puzles.

Tengo que decir que las sesiones grupales con el psicólogo valían la pena, la gente contaba sus experiencias y hablábamos de nuestras preocupaciones y de lo que esperábamos de la vida al salir, incluso alguno de represión policial o temas de drogas, la verdad es que algunas muy interesantes.

A mitad de la tercera semana le dije a la psiquiatra que me quería ir, dijese lo que dijese, y que ya no podía retenerme, porque quería dejarme un mes ingresado teniendo a la vuelta de la esquina prácticas seguidas de examen, por lo que pude salir un viernes, con un estado de ánimo suicida y con miedo por el diagnóstico, de lo que me podría pasar en el futuro. En el informe de alta escribió en uno de lo párrafos “paciente con personalidad vulnerable que tiene que trabajar´´, y la verdad es que me hace bastante gracia que ponga eso, pues que persona normal después de un ingreso en el que le diagnostican una enfermedad mental así se lo tomaría bien y sonreiría, aunque yo no soy psiquiatra para saber esas cosas. Continué tomando solo ácido valproico, y como estaba depresivo con ideas suicidas me pusieron quetiapina, que es increíble como te duerme, nunca he dormido tan bien y profundo en mi vida, y en una semana había salido de la depresión.

Gracias a la quetiapina pude hacer las prácticas y aprobar todos los exámenes, aunque tuve que subir la dosis de 300 (mas antidepresiva) a 600 (mas antimaníaca), engordé 10 kilos, y empezó a pasarme que salía a correr y cada vez podía hacer menos kilómetros, primero 11km, al cabo de varios días 9, después 7, finalmente 4. Cuando llegaba a las distancia en que mi cuerpo empezaba a fallar se me agarrotaban los músculos de las piernas, se me contraían con gran dolor por intentar seguir corriendo, tenía que parar 5 minutos y esperar para que se me pasara, una vez incluso lloré de la rabia, por ya no ser capaz de correr tanto como antes por culpa de los medicamentos, al menos me quedaba el rugby, que como corres y paras continuamente no lo notaba tanto aunque si que bajo mucho mi velocidad y me pusieron con los lentos cuando antes era de los mas rápidos del equipo. Me puse a investigar en las webs médicas donde hay artículos de toda clase, y encontré que el ácido valproico agota la carnitina de los músculos, que ayuda a llevar energía a la mitocondria por así decirlo, y al haber cada vez menos el músculo puede darte menos energía, cosa que solucione tomando suplementos de carnitina antes de hacer deporte y pude volver a correr largas distancias, no sé porque no advierten de esto con el ácido valproico, tan solo dicen que es peligroso con enfermedades mitocondriales, por lo que si haces deportes de resistencias te aguantas.

En navidad me deprimí y estuve apunto de dejar a mi novia por eso, pero al final decidí esperar por recomendación de personas cercanas a mi que esperase a decidirlo, y menos mal, porque tenían razón y era por pensamientos distorsionados por la depresión. La psiquiatra me puso 2 antidepresivos seguidos a ver cual me iba mejor pero sirvieron para que durmiese menos y empezar a elevarme a la manía otra vez así que deje de tomarlos y me bajaron dosis de quetiapina y se fue la depresión, se ve que una dosis tan alta te puede deprimir por ser antimaníaca, y la dosis baja-intermedia es mas antidepresiva sin dar manía.

Al final me quite la quetiapina por darme rinitis y estreñimiento, fui a urgencias por ello (ya había discutido con la psiquiatra muchas veces por ello y no daba el brazo a torcer) y me dijeron que dejara de tomarla y llamase a mi psiquiatra, y me pase 3 semanas sin antipsicótico, solo con acido valproico y clonazepam para dormir, bastante gente me dijo que me veía mas delgado al dejar de tomarla. En todo esto, mi tercera psiquiatra (la primera fue la del hospital y el segundo el del hospital de día, que solo iba una o dos veces por semana durante un mes para verlo sin ir a ninguna actividad pues seguía teniendo que ir a la universidad), le llamé para decirle que dejaba la quetiapina pero la secretaria me dijo que estaba ocupada y que me llamaría cuando pudiese. 3 semanas después y 5 kilos menos, mucho mas activo que antes, me llamo cabreada diciéndome que estoy haciendo, que tendré que ingresar otra vez si no tomo nada, y yo pensaba; ¿Y como querías que lo hiciese si has visto la nota dejada por la secretaria 3 semanas después?

Me puso olanzapina junto con el ácido valproico, que es muy ansiolítica, y en teoría algo antidepresiva aparte de antimaníaca (en mi no es nada antidepresiva, aunque en las guías ya se ha indicado como estabilizadora por si mismo), y recupere todos lo kilos que había perdido, y comencé a deprimirme otra vez tras un mes con ella, y dormía 10 horas al día como con la quetiapina a altas dosis. Tras un mes así le suplique a la psiquiatra casi de rodillas cambiar de fármaco (tomaba ácido valproico desde que salí del hospital pues la idea es que en bipolares siempre hay que tomar un estabilizador del ánimo antes que antipsicóticos, estos como último recursos), así que empezamos a probar con antipsicóticos nuevos, el aripiprazol me dejo 2 días vomitando, lo deje por cariprazina, con la que estuve hasta mitad de exámenes con acatisia durante un mes (es una sensación que te hace estar moviéndote de un lado a otro sin parar, ansioso, inquieto, hay gente que se ha llegado a suicidar por eso), y la psiquiatra negaba que fuera acatisia, así que fui a urgencias y me pusieron propanolol y me quitó la acatisia, y al día siguiente la deje por la olanzapina ya que al menos con ella podía estudiar quieto y hacer lo exámenes.

A todas estas, me leí la guía clínica mas completa y actual de trastorno bipolar, la canadiense del 2018, por lo que muchas veces era yo el que subía y bajaba las dosis y dejaba de tomar las pastillas y las sustituía por otras cuando me iban mal, y se las proponía a la psiquiatra, aunque la mayoría de veces acabábamos peleados y discutiendo porque decía que yo hacía lo que me daba la gana así que no sabía que hacia yendo allí, y yo respondía que necesitaba que me hiciera la receta solo de lo que aceptase tomarme yo, pues al final era yo el que sufría los efectos secundarios. Yo seguía insistiendo en tomar lamotrigina en vez de acido valproico, insistiendo que este no tenía efecto antidepresivo en mi, pero era como hablar con una pared, y tanto el psiquiatra del hospital de día como ella me la habían negado.

Llevaba los últimos casi 3 meses de curso deprimido, al final estaba con acido valproico y olanzapina y hinchado a mas no poder, durmiendo 10 horas, por lo que decidí buscar algo que se sacase del pozo de la depresión, ya que no podía contar con la psiquiatra y la lista de espera hace que al cambiar de psiquiatra tardes un mes o dos en ver a otro, así que investigue y mire las guías clínicas extranjeras, y vi que estaba la combinación llamada Symbyax, que es olanzapina con fluoxetina, un antidepresivo ISRS, y en una web donde la gente bipolar pone su opinión y puntúa las diferentes medicaciones, drugs.com se llama, y Symbyax pese a los efectos secundarios tenía una puntuación muy alta, así que le plantee a la psiquiatra tomarla ya que no me daba lamotrigina pero me dijo que no, que si me daba antidepresivos me venía arriba, aunque por lo que había investigado con esta combinación el riesgo de manía es mínimo, casi como el placebo. Así que al negármelo, vi antidepresivos de venta no regulada, y vi el 5HTP, una sustancia de una planta que es una bomba de serotonina como la fluoxetina, la combine con la olanzapina, como si fuera Symbyax, tomándomela el último día de exámenes por si no podía estudiar que no me bajase las notas, y en 7 días me quito la depresión, parecía casi magia. Pase de no querer estar con nadie, a ir con alegría a la graduación o de viaje de fin de carrera con mis amigos. Deje el ácido valproico a los pocos días de empezar esta combinación, y no me paso absolutamente nada.

Tenía felicidad en esos días tras haber acabado el curso, había aprobado todas las asignaturas, aunque me bajo la media por la depresión del último semestre, y aunque estaba con sobrepeso había salido de la depresión, había podido salvar la relación con mi novia (había decidido que si seguía deprimiéndome varios meses mas la dejaría lo quisiera ella o no porque no podía dejar que viviese cuidando de mi el resto de su vida, sufriendo todo el tiempo), me iba de viaje con mis amigos por haber acabado la carrera y había comprobado que al fin había un par de fármacos que me dejaban hacer vida normal aunque acabase con sobrepeso (era un bajo precio pagar por poder seguir con mi vida).

Entre medias la psiquiatra me dijo que le parecía que mi diagnostico no sería bipolar tipo 1 (manías con depresión), sino tipo 3, un nuevo tipo en el que se incluyen a las personas con depresión que se les desencadena manía o hipomanía con antidepresivos, que la verdad encaja bastante con mi cuadro de momento, pero me dijo que no me iba a recetar otras cosas aparte de ácido valproico porque no se quería arriesgar, el litio porque era muy joven para destrozarme los riñones y la tiroides, la oxcarbazepina no por la hiponatremia (te baja el sodio en la sangre y puede llegar a ser mortal), y la lamotrigina tampoco por los riesgos con la piel.

Aunque investigue la bipolaridad tipo 3 y el 80% de los que viran con antidepresivos al final acaban desarrollando espontáneamente manías e hipomanías al cabo de 4 años la mayoría y en 10 años ya prácticamente el 80%, es decir pasan de lo que se consideraría tipo 3 a tipo 1 o 2, solo cerca del 20% se salvan de volver a pasar por la manía o hipomanía, tan solo conozco un caso así de los varios bipolares que he conocido, un señor con depresiones que le dio manía de joven y después de eso depresiones que no se le pasan con antidepresivos, así que actualmente no toma nada y ha aprendido a vivir con depresión y nunca más ha vuelto a tener manía.

Es decir, si soy realmente tipo 3, tendré que esperar 4 años para estar casi seguro de que no me volveré loco cada cierto tiempo por la euforia de la manía, y en 10 años estaría prácticamente seguro, rezo para que sea así y no acabar como muchos que conocí en el hospital.

Al fin había encontrado algo que me sacaba de la depresión sin irme arriba como con los antidepresivos solos, en monoterapia se dice, la combinación de olanzapina con 5HTP parecida al Symbyax, pero el problema es que seguía durmiendo 10 horas y por la mañana no me concentraba bien pues me tomaba la medicación antes de dormir, y en este estado aunque ya no estaba deprimido no podía estudiar el MIR, así que desesperado le dije a mi madre de buscar a algún psiquiatra conocido entre los amigos de la familia para poner remedio de una vez por todas y poder seguir con mi vida sin limitaciones, o que al menos me bajase la dosis de olanzapina de 5mg a 2,5mg que no da sueño ni tanta habre, ya que con la psiquiatra de la pública solo iba a acabar discutiendo otra vez porque se negaba a dar lamotrigina, y el psiquiatra del seguro escolar me dijo que solo me daría ácido valproico durante 2 años y luego ya veríamos si lamotrigina. Mentalmente puedo manejar la ansiedad y depresión exógena, pero la endógena, que viene sola, imposible hacer nada sin medicación.

Durante estos meses, la psiquiatra de la sanidad pública con la que me llevaba mal dijo que me tendría que pensar no hacer el mir ese año, que mejor lo dejase para el año que viene, y el del seguro escolar al llamarle para pedirle una segunda opinión por la medicación me dijo lo mismo, pero yo no pensaba rendirme después de casi 6 años de carrera trabajando los veranos según encontraba trabajos (tampoco trabajo el verano entero, lo justo para pagarme mis cosas, viajes y ahorrar para el mir) y mantener 2 becas, no iba a tirar mi trabajo a la basura.

Con el psiquiatra privado encontrado por mi madre en mi comunidad autónoma (estudio en otra), a 3 semanas de empezar a estudiar el mir, explique todo lo que me causaban los demás fármacos y el problema que me suponían para estudiar el mir, y lo que había hecho a espaldas de la psiquiatra con Symbyax y cambiar dosis para ver cual me sentaba mejor, y el hombre con toda la calma me escucho y milagrosamente me puso lamotrigina, con dosis muy bajas de risperidona o quetiapina para dormir que a esas dosis no me dan efectos secundarios. Con la lamotrigina subiendo dosis poco a poco y el otro medicamento, deje de dormir 10 horas y estar mentalmente lento por la mañana, me sacó de la depresión sin llevarme a manía, no tiene ningún efecto secundario para mi. Creo que ha sido el dinero mejor invertido de mi vida, me ha permitido seguir con mi vida sin limitarme para nada este tratamiento, de hecho con esto solo me acuerdo que soy bipolar cuando llega la noche y me tomo la medicación que la tengo en la mesilla de noche para no olvidármela.

Claro que después de 2 semanas me dio el peor síndrome de abstinencia de mi vida a causa de la olanzapina, peor que el de los antidepresivos tricíclicos o las benzodiazepinas, ansiedad brutal desde que te despiertas hasta que te acuestas, crees que te vas a volver loco o que nunca va a acabar. Creo que solo tomaré la olanzapina en los momentos de urgencia. Por suerte me paso en la primera semana de estudio del mir y pude continuar sin mas problemas. Incluso volvía a salir de fiesta y a beber al cabo de 2 meses cuando deje los antipsicóticos y continue solo con lamotrigina y clonazepam, llevaba sin probar alcohol desde el ingreso en septiembre hasta junio del año siguiente, miraba con envidia a mis amigos por ejemplo en el viaje de final de carrera por poder beber, pero ahora eso ya ha quedado atrás, beber 2 o 3 copas no me hace ningún daño ni noto que interaccione con la medicación que tomo.

Al volver a la consulta de la psiquiatra del publico 1 mes después de la consulta con el privado, otra pelea con la psiquiatra por “haber hecho otra vez lo que me daba la gana´´, y se negó a atenderme hasta que pasaran 2 meses de tomar lamotrigina, pues pasado ese tiempo ya no hay riesgo de erupción ni de Síndrome de Steven-Johnson, y me dijo porque nadie del centro de salud mental donde me atendían y el hospital de día recetaban lamotrigina, porque una chica le dio Steven-Johnson y se quedo ciega. Es decir, me habían negado la medicación que mejor me iba bien durante 10 meses porque a esa persona esta en el 0,1% de los efectos mas graves. Básicamente me metió miedo a que me pasase eso en la consulta y me advirtió que fuese a urgencias si veía algo raro en la piel, pero paso el tiempo y seguía igual de bien sin depresión, manía ni erupciones y pudiendo estudiar.

Por estar bien en la siguiente visita al cabo de un mes de la anterior visita con la pelea, al verme totalmente bien, me dijo que no me daba mas visitas presenciales pero que si pasaba algo llamase como siempre, y que esperaba seguir viéndome bien. Ironías de la vida supongo. Si el psiquiatra que os atende no os cae bien o acabáis en cada consulta casi a gritos, mejor buscaros otros incluso aunque sea un privado, y intentar que os atenda como vosotros creéis que es mejor y que nos os impongan tratamiento que os sienten mal, buscar siempre lo mejor cueste lo que cueste, porque con mi experiencia, a los psiquiatras no les importa mucho si un bipolar esta con depresión ni los efectos secundarios mientras no molestes mucho en la consulta, te dicen que solo es parte de la enfermedad, pero al menor signo de hipomanía o manía corren e incluso llaman a la policía con tal de pararte y te ingresan, mientras que durante la depresión fuerte del segundo semestre del último año de carrera que estaba con ideas suicidas y pidiendo ayuda y probando un antipsicótico tras otro, no me ingresaron en ningún momento aunque lo pregunte como en 5 ocasiones diciendo que no era de riesgo vital, aunque de haber seguido así mucho mas no se lo que habría acabado haciendo.

Ahora llevo meses estudiando, haciendo deporte con normalidad, siguiendo con mi vida sin pisar una consulta de psiquiatría, solo voy a la farmacia cada 3 meses a sacar los fármacos, los tengo recetados por el médico de familia tras presentarle el informe del psiquiatra privado durante 1 año y después me tiene que volver a poner la receta crónica, pero de esta manera los tengo gratis aunque haya ido a la consulta del psiquiatra privado, aquí un truco que llevo haciéndolo desde que fui al psiquiatra del seguro escolar para no tener que pagar mucho por los fármacos, así que aprovecharlo si os sirve para ahorraros dinero. Y espero seguir así mucho tiempo, ahora vuelvo a sentirme normal, con esperanza en el futuro y deseando ser médico.

MESES DESPUES

Un tiempo después de hacer este escrito he hecho el mir y la verdad es que he sacado un buen número y podría hacer la mayoría de especialidades, aunque escogeré medicina de familia por ser la que mas me gusto, pero posiblemente miraré alguna que me recomienden por tener menor carga de trabajo. Los últimos 3 meses de estudio fueron mas estresantes por el aumento de trabajo por parte de la academia, y ya había subido el clonazepam de dosis y no pensaba subirlo mas, y 5 días antes del mir no podía mas con la ansiedad y me tomé una risperidona, 1mg, que me permitió dormir pero no me quitó la ansiedad para nada. Así que al día siguiente llamé a la psiquiatra que no estaría en la consulta hasta la semana que viene ni tampoco había sustitutas, supongo que por la saturación de la sanidad pública, por lo que fui a urgencias para poder hacer un plan de acción, y me toco con el que considero uno de los 3 psiquiatras que me han escuchado y han dado en el calvo con la medicación, aparte que estuve de prácticas con él. Quedamos en probar olanzapina a dosis de 2,5mg, la dosis mínima, y si no podía dormir por la ansiedad subirla a 5mg, cosa que me resistía a hacer por el exceso de sueño y de hambre. Así que las 4 últimas noches antes del mir tome olanzapina 2,5mg que me vino genial para estar relajado, y la noche tras hacer el examen no la tome y salí de fiesta con mis amigos después de meses de tensión y me sentí liberado.

Acorde con el psiquiatra que como tomar olanzapina a dosis baja en emergencias me había funcionado, me la dejaba recetada en la tarjeta por si veía que me subía arriba o me ponía muy ansioso y las benzodiazepinas no bastaban (clonazepam). También subí la dosis de lamotrigina de 100mg (una dosis media baja) a 200mg (dosis media alta) para aumentar la potencia ansiolítica, antidepresiva y estabilizadora de esta y no tener tantas situaciones así que me hagan recurrir a los antipsicóticos, además estudios recientes indican que aunque la lamotrigina no trate la manía aguda, si que ayuda a prevenirla aunque levemente, por lo que a mi me va genial.

Pese a esta historia sigo siendo una persona normal, con carácter según que cosas, con defectos y virtudes, que mete la pata de vez en cuando y hace el ridículo a veces. Aunque haya pasado por todo esto he conseguido que mi familia no viese como de mal estaba (por estudiar fuera), mis amigos cercanos me han apoyado, pero la que mas lo ha hecho ha sido mi novia.

Siento que he recibido ayuda que otras personas no han tenido, ya sea por Dios , la fuerza del universo, suerte o como quieras según tus creencias, pero si soy bipolar, menos mal que me paso el último año de la carrera por lo que no me afecto en los ahorros ni tenía becas que mantener, tenía una familia y amigos que me apoyan, pude recurrir al seguro escolar en las depresiones iniciales y me pagaron las 5 sesiones de psicoterapia que me han ayudado muchísimo, y siento que han hecho bien su trabajo pues no he vuelto a necesitar mas, pude encontrar a un psiquiatra que finalmente acertó con la medicación y otro mas, el de la urgencia antes del mir que me dejo escoger una dosis que no me perjudicaría, y absolutamente ningún amigo me ha dado la espalda, y he demostrado que aun teniendo esta enfermedad he podido acabar la carrera y hacer el mir, con la mayoría de mis amigos y conocidos de la carrera viendo que alguien con una enfermedad mental puede llegar tan lejos como ellos, poder servir de ejemplo para los bipolares que vengan detrás de mí y estudiando lo mismo que yo.

Ahora tocará escoger lo que quiero hacer en un futuro y estoy tranquilo, espero llevar una vida normal, casarme, tener hijos, seguir viendo a mis amigos, conocer mundo, aunque acepto que puedo empeorar mucho y tener ingresos frecuentes o estar ingresado en una residencia psiquiátrica para el resto de mi vida (en el peor de los casos, difícil que ocurra), o que continue igual de estable, eso Dios dirá y se verá con el tiempo, y de momento estoy agradecido por continuar por ese camino.

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